Mar-a-Lago y Trump, dolores de cabeza para los servicios de inteligencia

Author: Adan Holguín

La revelación de un ataque aéreo ante un "hermoso" pastel de chocolate. Un intruso de China que lleva memorias flash y aparatos electrónicos. Fotos de móvil del maletín del "fútbol nuclear". Y ahora, documentos clasificados recuperados durante un registro del FBI. Mar-a-Lago, la propiedad de recreo frente al mar que Donald Trump calificó de "Casa Blanca de invierno", ha sido durante mucho tiempo una fuente de dolores de cabeza para los profesionales de la seguridad nacional y la inteligencia. Su ambiente de club, su extensa lista de invitados y su locuaz propietario se han convertido en una "pesadilla" para guardar los secretos más íntimos del Gobierno, según un antiguo funcionario de inteligencia.

Ahora, la mansión de 114 habitaciones y sus diversas dependencias están en el centro de una investigación del Departamento de Justicia sobre el manejo de material presidencial por parte de Trump. Tras un registro de horas en la propiedad la semana pasada, los agentes del FBI incautaron 11 conjuntos de documentos, algunos marcados como "información sensible compartimentada", entre los más altos niveles de secretos gubernamentales.

 

Según fuentes uno de los abogados de Trump afirmó en junio que no quedaba material clasificado en el club, lo que plantea nuevas preguntas sobre el número de personas que están expuestas legalmente en la investigación en curso.

 

En muchos sentidos, el complejo de ocho hectáreas de Trump en Palm Beach, Florida, equivale a la encarnación física de lo que algunos ex ayudantes describen como un enfoque desordenado, en el mejor de los casos, por parte del expresidente con respecto a los documentos e información clasificados.