Reconocida tienda de ropa quebró en EE.UU. Cerrará sus 540 tiendas y sus empleados están a la deriva
Author: Isaac Córdoba
Pero no en todos los casos el proceso de reorganización es exitoso. En ocasiones, el proceso puede terminar en la liquidación de la compañía, en caso de no poder cancelar sus deudas. En ese sentido, la minorista estadounidense, que se especializa en ropa y accesorios casuales para hombres y mujeres, Rue21, que tiene sede en el suburbio de Warrendale, Pensilvania, en Pittsburgh, se declaró recientemente en bancarrota. La marca de ropa, diseñada para atraer a personas que desean aparentar 21 años de edad, se declaró en bancarrota por tercera vez en su historia y planea cerrar sus 540 tiendas.
Esta es la más reciente de la serie de minoristas que anunciaron un cierre de todos sus puntos, entre los que están The Body Shop y 99 Cents Only. Así las cosas, fue la misma empresa la que se encargó de explicar que todas sus tiendas están “programadas para cerrar en las próximas 4 a 6 semanas”. Asimismo, busca vender su propiedad intelectual. Vale la pena recordar que, en 2017, la marca se acogió al capítulo 11 de Ley de Quiebras y cerró alrededor de 400 de sus casi 1.200 tiendas. Lo mismo hizo en 2002.
Hace unas semanas, la cadena de tiendas 99 Cents Only Store, con sede en California, Estados Unidos, conocida por sus generosos descuentos en una variedad de productos para el hogar y cuidado personal, entre otros, anunció su cierre. Esta decisión marca el fin de una tradición de 42 años en la venta de mercancías a precios económicos. La cadena cerrará alrededor de 371 tiendas ubicadas en California, Nevada, Texas, Arizona y otros lugares. Según el portal local AP News, la empresa procederá a vender todos sus activos, incluyendo mercancías, accesorios, mobiliario y equipos utilizados en su operación, posiblemente a partir del viernes de esta semana. Mike Simoncic, director ejecutivo interino, comunicó la noticia, señalando que la empresa minorista ha enfrentado dificultades desde la pandemia de covid-19, cambios en la demanda del consumidor estadounidense y factores económicos como la inflación y el desempleo.