SALT LAKE CITY (KUTV) - Tim Gadson, el superintendente de escuelas en Salt Lake City, se le está pidiendo que renuncie, según las fuentes y partes cercanas a las deliberaciones, donde se le ha pedido que acepte una compra de su contrato y se le ha dicho que debe firmar un Acuerdo de No Divulgación a su renuncia, al primer superintendente negro en cualquier distrito escolar de Utah. Si Gadson acepta los términos, se le pagará $ 73,000 o cuatro meses de su salario anual de $ 220,000. El jueves pasado, la junta escolar convocó a una reunión de emergencia a puerta cerrada.

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La junta decidió 6 a 1 colocar a Gadson en licencia administrativa pagada, según nuestras fuentes. Esto a raíz de un aluvión de quejas contra el superintendente, quien acaba de celebrar su primer aniversario a principios de julio. Las fuentes dijeron que las quejas incluían preocupaciones sobre el "comportamiento" de Gadson hacia sus colegas. Las quejas incluían acusaciones de que "abrazaba" a sus compañeros de trabajo y era "ruidoso" e intimidante para algunos compañeros administradores. Se presentaron algunas preocupaciones contra Gadson con respecto a sus prácticas de contratación.

Las quejas sugirieron que estaba mostrando "favoritismo", al contratar administradores que también eran negros. Según fuentes que hablaron con Chris Jones y el equipo de Crisis in The Classroom, otros superintendentes de Utah estaban preocupados por la cantidad de dinero que Gadson gastó en un reciente viaje educativo fuera del estado. Según una fuente, no se creía que el dinero se hubiera gastado de manera inapropiada.

Crisis In The Classroom se enteró de que, en junio, el distrito escolar pagó $ 70,000 al bufete de abogados Kirton McConkie para investigar las acusaciones de que Gadson estaba intimidando y "tomando represalias" contra un miembro de su gabinete. Se nos dice que la investigación no reveló suficiente información para resultar en una acción disciplinaria contra Gadson. Mohamed Baayd, el único miembro negro de la Junta Escolar de Salt Lake City, nos dice que siente que las quejas contra Gadson son "infundadas", así como muchas de las quejas contra el superintendente están motivadas por motivos raciales y que algunas de las quejas pueden atribuirse a "malentendidos culturales".