Unen fuerzas Rusia y Occidente contra el comercio de diamantes de sangre

Author: Isaac Córdoba

Estados Unidos y sus aliados occidentales están enfrentados con Rusia, pero unieron fuerzas para mantener su respaldo al Proceso de Kimberley, que busca erradicar el comercio de los llamados “diamantes de sangre” que ayudaron a alimentar conflictos devastadores en África. En una reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas, sus 193 países miembro adoptaron por consenso una resolución que reconoce que el Proceso de Kimberley, que certifica la exportación de diamantes en bruto, “contribuye a la prevención de los conflictos alimentados por los diamantes” y ayuda al Consejo de Seguridad a aplicar sanciones al comercio de esas piedras preciosas procedentes de zonas en guerra.

 

Estados Unidos y sus aliados occidentales están enfrentados con Rusia, pero unieron fuerzas para mantener su respaldo al Proceso de Kimberley, que busca erradicar el comercio de los llamados “diamantes de sangre” que ayudaron a alimentar conflictos devastadores en África. En una reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas, sus 193 países miembro adoptaron por consenso una resolución que reconoce que el Proceso de Kimberley, que certifica la exportación de diamantes en bruto, “contribuye a la prevención de los conflictos alimentados por los diamantes” y ayuda al Consejo de Seguridad a aplicar sanciones al comercio de esas piedras preciosas procedentes de zonas en guerra. El representante de la Unión Europea, Clayton Curran, dijo a la Asamblea tras la votación que el Proceso de Kimberley “está enfrentando desafíos sin precedentes” y condenó la agresión de uno de los participantes contra otro, en referencia a la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Por primera vez en la historia, el pasado noviembre el plenario del proceso no logró cerrar un comunicado consensuado debido a las graves diferencias entre Rusia y Occidente.

 

La razón principal fue la petición de Ucrania —respaldada por Estados Unidos, Reino Unido y otros — para examinar si la producción de diamantes de Rusia estaba financiando la guerra del Kremlin contra Kyiv y las implicaciones para el Proceso de Kimberley, algo a lo que Moscú y varios de sus aliados se opusieron firmemente. Rusia se negó a respaldar un comunicado que reconociera el pedido de Ucrania. Y antes de la votación del miércoles, el subdirector del departamento económico del Ministerio de Exteriores ruso, Alexander Repkin, acusó a los países occidentales de sabotear la cooperación internacional sobre diamantes en favor de “sus propios intereses geopolíticos”. Aludiendo a las sanciones impuestas por la Unión Europea a los diamantes rusos, Repkin acusó a Occidente y a sus empresas de tratar de controlar la producción y el procesamiento global de diamantes. “El funcionamiento del Proceso de Kimberley está en juego”, añadió y precisó que Rusia hará todo lo posible para respaldar su labor. Por su parte, Curran instó a reformar el proceso “para ampliar la definición de ‘diamantes de conflicto’ para captar la naturaleza cambiante de los conflictos y las realidades sobre el terreno”. Además, indicó que la UE volverá a debatir este año el impacto negativo del comercio ilegal de estas piedras preciosas sobre el medio ambiente