Las pandillas controlan la capital de Haití. Algunos dicen que también están dispuestos a derrocar al Gobierno

Author: Isaac Córdoba

Puerto Príncipe, Haití. Desde arriba, Puerto Príncipe, la capital de Haití, todavía parece serena, con sus casas encaladas trepando por empinadas colinas verdes que rodean una bahía resplandeciente. Pero para pisar sus agrietadas calles se requiere un cálculo cuidadoso del riesgo.

Las pandillas despiadadas tienen un dominio absoluto sobre la ciudad, se aprovechan de la población, transforman los vecindarios en feudos criminales en guerra y aíslan el puerto internacional de Haití del resto del país.

 

En esta ciudad, los videos en línea más compartidos suelen ser imágenes de tortura, grabadas y publicadas por pandillas para sembrar el horror y acelerar el pago de rescates para miles de víctimas de secuestro. El mes pasado, pocas horas después de aterrizar en el aeropuerto Toussaint L'Ouverture de la ciudad, un equipobcomenzó a recibir mensajes reenviados de contactos que compartían las últimas imágenes crueles: una mujer atada que se alejaba de las llamas mientras sus secuestradores se burlaban. Fue un vistazo al tormento viral diario de la vida en Haití, donde las frecuentes protestas civiles enfatizan que la población ha llegado a un punto de quiebre. Las pandillas controlan el 80% de la capital, según estimaciones de la ONU, y luchan por apoderarse del resto.

 

Desde la semana pasada, Puerto Príncipe se ha visto afectada por una ola de ataques de pandillas altamente coordinados, en los que grupos armados queman comisarías de policía y liberan prisioneros, algo que un líder de una pandilla describió como un desafío directo al impopular primer ministro de Haití, Ariel Henry. El domingo, el Gobierno de Haití declaró el estado de emergencia después de que miles de reclusos aparentemente escaparan de su prisión más grande. “Hemos elegido tomar nuestro destino en nuestras propias manos. La batalla que estamos librando no sólo derrocará al Gobierno de Ariel. Es una batalla que cambiará todo el sistema”, afirmó Jimmy “Barbeque” Cherizier, un expolicía que se autodenomina como la figura de Robin Hood en su territorio, en un comunicado recogido por los medios locales.